Con el advenimiento de esta nueva etapa en la historia del Tango el lenguaje musical cambia varios de los elementos que lo definen como género.
Entre éstos, será el ritmo de acompañamiento el elemento más identitario de esta «Guardia Nueva». Básicamente, del acompañamiento inicial al que llamamos ritmo de «habanera», ira mutando a partir de 1915 hacia una articulación rítmica sobre los cuatro tiempos del compas (marcato en 4).
Esto incluirá con un cambio en la métrica del compas: del 2/4 (dos unidades de tiempo por compas) hacia el actual 4/4 (cuatro unidades de tiempo por compas).
Marcato y Síncopa
El discurso rítmico del acompañamiento tradicional en el Tango se sostiene sobre la combinación sucesiva de dos elementos primarios: el «Marcato en 4» y la «Síncopa».
Marcato en 4 se llama al ataque sostenido de la armonía sobre los cuatro tiempos del compás, utilizando una figuración rítmica de negras, o cualquier otro valor entero (blancas o redondas) que coincidan con los tiempos fuertes del compás.
Mientras que la Síncopa (entendida por definición como un valor largo entre dos cortos) interrumpe la continuidad del pulso acentuando a contratiempo, lo que produce un natural desplazamiento del acento del compas.
Estos dos elementos se distribuyen a lo largo del discurso musical generando un contrapunto armónico-rítmico de la melodía principal.
De alguna forma se puede decir que, mientras el Marcato propone una marcación rítmica que «empuja» o estimula al avance del pulso (tempo), la Síncopa interrumpe este discurso lineal del (pareciera que lo frena o lo retiene momentáneamente) renovando la dinámica del discurso por generación de contraste.
Las articulaciones específicas del Tango
Pero estos elementos solos no alcanzan para darle identidad al sonido del Tango. Para esto es necesario aplicarles distintos tipos de articulaciones (formas de atacar y generar el sonido) específicas que determinan el elemento tímbrico del género.
Variantes tímbricas del Marcato en 4
El «marcato en 4» es básicamente la marcación sostenida del pulso o tempo del compas sobre los acordes. En el Tango no hay instrumentos de percusión que lleven el ritmo, por lo cual son los instrumentos armónicos (piano, guitarra y bandoneón) que se encargan de esto.
A pesar de su simplicidad, existen muchas variantes de marcato, pero éstas radican en el timbre y la articulación del ataque.
Variantes rítmicas de la Sincopa
Por su parte, la síncopa se puede presentar con algunas leves variantes rítmicas, pero todas estas comparten una distribución de los registros grave y agudo bien definidos:
Contrapunto armónico-rítmico
Finalmente, el discurso rítmico del acompañamiento en el Tango va intercalando compases con distintas combinaciones de marcatto y síncopa, generando distintos puntos de tensión y reposo a lo largo del tema.