El nombre de esta danza tiene que ver con una de las figuras de la coreografía, en la cual la mujer simula esconderse en un momento dado de la primera parte, y el hombre buscarla, y luego cambian de papel en la segunda parte del escondido. Esta actitud de los bailarines responde a antiguos temas de danzas europeas «de ocultamiento». La versión tradicional del «escondido» trocó el «ocultamiento» formal, por el gesto equivalente simbólico; tal es la versión actual de esta danza.
«El escondido» (escondido)